A quien pudiera interesar
Ha decidido la Vida darse de baja
en la seguridad social,
cobrar sus deudas a villanos y dictadores,
a terroristas y banqueros, a políticos y asesinos,
y retirarse a Finlandia, Japón o Corea del Sur,
destinos ideales para turistas suicidas.
Ha decido la Vida comprar acciones
de la Iglesia, vender su cabeza a los fariseos,
cobrarles la sangre de Cristo a los judíos,
y vender carne de cerdo en la Meca
durante el Ramadán.
Avisa su Señoría
que los crímenes pasionales
los cobrará, en cómodos plazos,
a los bancos de sangre.
Señoras y Señores, abramos paso a la Vida.
La Vida ha muerto: ¡Salud!
Selección personal de «Poesía Digital, octubre 2009»
*
Los que no sueñan nunca
Las madrugadas
de aquellos que nunca tienen sueños
son limpias, como calles lavadas en la noche.
En sus manos no hay sangre de enemigos,
ni en sus ojos destellos de lujuria,
ni nostalgias confusas
ni violentos deseos
de volver a buscar lo ya perdido.
No hay rastros de vergüenza en los que nunca sueñan,
ni ese aire distraído, ensimismado,
del que en sus manos trae sólo pobres jirones.
No los veremos nunca
tratando de contar con gesto apasionado
y los ojos clavados en medio del vacío,
lo que a nadie interesa,
como viejos que jalan torpemente
la cuerda de sus años más antiguos.
Y sin embargo,
los que no sueñan nunca
tienen otras maneras de vivir sus dos vidas.
Tal vez menos hermosas y menos inocentes.
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